Estudios como el CIS corroboran que, ante el fenómeno de la okupación ilegal de pisos, los españoles se muestran más proclives a que se expulse de inmediato a los okupas que a entablar un diálogo con ellos. En sintonía con esta visión, Ciudadanos registrará hoy en el Congreso una proposición de Ley contra los okupas que endurece el delito de usurpación en el Código Penal y agiliza las expulsiones de quienes invaden ilegalmente un domicilio y se instalan en él.
La propuesta de la formación naranja plantea reformar varias leyes, entre ellas el Código Penal, la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la Ley de Bases del Régimen Local. Según el portavoz parlamentario de Cs, Edmundo Bal, la idea es que un juez pueda desalojar de una vivienda a un okupa en una vista previa en un procedimiento sumario y preferente —siempre y cuando el ocupante ilegal no pueda demostrar su derecho al uso de la vivienda—. En cualquier caso, el juicio podría celebrarse posteriormente si el okupa sigue reclamando su derecho de uso sobre el piso.
Seis meses en lugar de dos años
La reforma, según Bal, permitirá que el desahucio en caso de okupación, que en la actualidad puede demorarse hasta dos años en función de lo saturada que se encuentra la Justicia de cada localidad, se agilice y pueda tener lugar en unos seis meses.
Asimismo, la norma propuesta por los liberales dicta que las juntas de propietarios puedan actuar contra los okupas. También otorga poderes especiales a los consistorios de modo que, si el propietario no inicia acciones legales, puedan impedir una ocupación cuando una comunidad de vecinos les pida que actúen.
El PSOE, obligado a elegir entre Podemos y Cs
Ciudadanos registró una proposición parecida hace un par de años, pero la legislatura terminó y no dio tiempo a que fuese debatida. En esta ocasión, los liberales quieren presentar la toma en consideración de la ley ante el Pleno tras el verano. A nadie se le escapa que la ley pone en una situación difícil al PSOE, pues ésta choca con el discurso de su socio Podemos, que suele poner el acento en los derechos sociales de los okupas. De esta forma, los socialistas deberían escoger entre tramitar una norma que incomoda a Podemos, o rechazarla y malograr la magnífica relación que ahora sostienen con Cs.