La polémica por el gag de TV3 en el que se bromeaba con la abstinencia sexual de la Virgen del Rocío y se caricaturizaba el acento andaluz sigue arreciando. Después de que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, tachase de falta de respeto la sátira del canal nacionalista o que la izquierdista portavoz de Adelante Andalucía Teresa Rodríguez lo calificase de «andaluzófobo», los presentadores del sketch, Toni Soler y Jair Domínguez, lejos de disculparse, han sacado pecho.
Así, el primero ha asegurado que quien debería disculparse no es él sino el presidente andaluz por acusarlo de «menospreciar a los andaluces porque es mentira, irresponsable y demagógico». En su opinión, también debería pedirle perdón la prensa española «por sus mentiras» y los obispos catalanes por «preocuparse más por el humor TV3 que por la pederastia». Por su parte, Domínguez considera que el escándalo suscitado por la sátira muestra que la sociedad «no ha evolucionado», si bien «la gente que se queja es siempre la misma».