Nuevas revelaciones en torno a la enfermera andaluza acosada por criticar el C1 de catalán en un vídeo de Tik Tok. Después de conocerse que la joven gaditana, Begoña Suárez, fuese despedida de su puesto de trabajo en el Vall d’Hebron, ahora el diario El Mundo ha desvelado que antes fue sometida por el Institut Catalá de la Salut —dependiente del Govern—, y no por el propio Hospital, a un agresivo «interrogatorio» de casi 50 minutos de duración. En él, además, el instructor encargado de la tarea no empleó en ningún momento el castellano, realizando el interrogatorio enteramente en catalán pese a que la joven llevaba menos de seis meses en Cataluña.
Las reacciones no han tardado en llegar. La entidad constitucionalista Impulso Ciudadano ha criticado la parcialidad del instructor, perteneciente al sindicato que denunció a la enfermera: UGT. Por otra parte, han avisado de que pedirán la intervención del Defensor del Pueblo.
Mientras, la analista Andrea Martínez Molina ha desgranado la siguiente reflexión: «Si en vez de trabajar en Cataluña y decir “el puto C1 catalán”, hubieran despedido y acosado en Madrid a una enfermera por decir que está a favor del aborto, Pedro Sánchez habría puesto a la Fiscalía y al Defensor del Pueblo a investigar, y a TVE sin hablar de otra cosa».