La soledad de Laura Borràs, a la que se está juzgando por fraccionamiento de contratos para beneficiar a un amigo cuando estaba al frente de la Institució de le Lletres Catalanes, cada día más acusada. Solo figuras controvertidas del espacio neoconvergente le han mostrado su apoyo, como el diputado acusado de abusos Francesc de Dalmases o la expresidenta del Parlament Teresa de Gispert. Ahora, el que fuera presidente de la Generalitat Artur Mas también le da la espalda, afirmando en una entrevista radiofónica que debería haber dimitido.
Mas, en una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio, ha sugerido la conveniencia de la dimisión de Borràs señalando que «alguna decisión que se ha tomado en relación al Parlamento debería haber sido diferente» y que «dejar vacante la presidencia del Parlament no es una buena decisión». «Las instituciones están por encima de las personas», ha rematado. Pese a ello, ha sostenido que a Borràs no se la juzgaría «si no fuera quien es» y que los «contratos menores son una práctica habitual».