La soledad en la que se encuentra la expresidenta del Parlament y presidenta de Junts per Catalunya, Laura Borràs, no ha pasado desapercibida a nadie, cuyos correligionarios secesionistas le han dado la espalda ante el juicio por fraccionamiento de contratos en el Institut de les Lletres Catalanes que se está celebrando esta semana. Tan solo figuras controvertidas dentro del movimiento como la expresidenta del Parlament Núria de Gispert y el diputado neoconvergente Francesc de Dalmases se han atrevido a manifestar su confianza en la inocencia de Borràs.
Ahora, a estos escasos apoyos se ha sumado el del Consell per la República, el gobierno paralelo liderado por el expresident fugado Carles Puigdemont desde Waterloo, que ha aprobado una resolución para defender a la susodicha. Así, la asamblea del Consell ha sacado adelante un documento de apoyo a Borràs con un 87,32% de los votos a favor, un 4,23% en contra y un 8,45% de abstenciones. Todo ello a pesar de que las declaraciones de los testigos que han tenido lugar esta semana apuntaban a la culpabilidad de Borràs.