En los últimos meses, la figura del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol vuelve a participar activamente debate catalán tras unos años en los que su confesada corrupción lo arrojó al ostracismo. Así, después de haber señalado que solo el catalán era «lengua propia de Cataluña» y que el pueblo catalán podía acabar «minorizado» ante «tanta y tanta inmigración», ayer volvió a la carga exigiendo una «gran movilización popular» en defensa del catalán», ya que éste está «en peligro». «No sé si todo el mundo está absolutamente convencido de esto», señaló.
Pujol, cuya intervención tuvo lugar durante la presentación de su libro L’última conversa. Trobada a Queralbs, también salió indirectamente en defensa de su imagen, dañada por los escándalos de corrupción. A este respecto, reveló que había escrito 130 páginas sobre el honor sobre «cómo se gana y se pierde el honor». Y añadió: «Y cómo te ayudan a perderlo o procuran que lo pierdas. Es algo muy habitual».
Las declaraciones han sido duramente criticadas por algunas voces del constitucionalismo. Entre ellas, la del diputado de Ciudadanos Nacho Martín Blanco, que ha manifestado al respecto: «El nacionalismo sólo es esto: victimismo, dramatismo y generación de miedo entre la ciudadanía para azuzar el odio y las bajas pasiones». Y ha zanjado: «Eso, nada más y nada menos, es el régimen instaurado por Pujol en 1980 y apuntalado por ERC y, por desgracia, también por el PSC».