El Ayuntamiento de Barcelona tasó en 60.000 euros un espejo diseñado por Antoni Gaudí y entregado al Consistorio como un pago parcial de los casi 233.000 euros impuestos que debía abonar Isabel Ferran Sanahuja para recibir la herencia de la Casa Sayrach. La operación fue aprobada el pasado 15 de febrero por la Comisión de Economía y Hacienda y refrendada por el pleno municipal celebrado este viernes. Sin embargo, no parece que el Consistorio haya hecho precisamente un buen negocio.
Según ha desvelado El Nacional, el espejo no es precisamente único y como este hay varios ejemplares en circulación. No queda ahí la cosa. Y es que, según el mismo digital, se trata de un objeto «fabricado en serie». Otro similar fue subastado por la barcelonesa sala Balclis en 2022 por 8.500 euros en la web Auctionet. A pesar de que, supuestamente, el espejo aceptado por el Consistorio formó parte en algún momento de la decoración de la Casa Mila, lo cierto es que los expertos consultados por El Nacional cuestionan la alta tasación aprobada por el Gobierno de Ada Colau.
Desde el Consistorio, han asegurado que esta valoración se realizó con dos informes. Uno del Servicio de Museos y Protección de Bienes Muebles de la Generalitat, que indicó que la pieza podría tasarse entre 50.000 y 70.000 euros. Y otro documento emitido por la dirección de Patrimonio del Instituto de Cultura municipal, que lo valoró en 60.000 euros.