De un tiempo a esta parte, el nacionalismo está tratando de rehabilitar aún en vida el legado del considerado su gran patriarca: el expresident Jordi Pujol. Sin ir más lejos, la semana pasada el aspirante neoconvergente a la alcadía de Barcelona, Xavier Trias, se dejó bendecir en público por Pujol. Y ello a pesar de que se trata de un evasor fiscal confeso —ocultó durante treinta años una fortuna en Andorra— y un juez, a falta de sentencia, lo consideró líder de una «organización criminal», en referencia a su entramado familiar.
Dicho blanqueamiento no es anecdótico, como han demostrado esta mañana las declaraciones del portavoz de Junts per Catalunya, Josep Rius, en una entrevista en el programa Café d’Idees, de La 2. Allí, y a preguntas de Gemma Nierga, Rius no ha tenido reparo en proclamar que Pujol es un «referente en la historia de Cataluña». «Ha sido presidente de la Generalitat durante veintitrés años, en un momento que fue complicado, el de después de la Transición, y empezar a reconstruir esta nación», ha añadido. Si bien, por último, ha reconocido: «Hay aspectos que tienen claroscuros, pero no deja de ser un referente para muchos ciudadanos de Cataluña y para mí».