La televisión autonómica catalana emite su programación de forma monolingüe en catalán. Esta norma no atañe solo a los presentadores y colaboradores. Así, por ejemplo, si una persona responde en castellano a una encuesta callejera, es eliminada del montaje. La única excepción tiene lugar cuando uno de los invitados en plató no habla catalán y deciden mantener su presencia debido a su particular interés. Este hecho es motivo de críticas frecuentes por el sector más extremista del separatismo, entre el que se cuenta el expresident y prófugo de la Justicia Carles Puigdemont.
Y es que Puigdemont ha considerado «inaceptables las declaraciones de la presidenta de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, Rosa Romà, en la que sostiene que el canal «ha de contar con aquel que pueda explicar la noticia mejor, sea en el idioma que sea». A lo que Puigdemont ha respondido: «¡Basta ya de tomarnos el pelo!». Para justificar su posición, ha compartido un hilo de la Plataforma por la lengua, entidad nacionalista que saltó a la fama por espiar el idioma de los niños en el patio. Según este colectivo, la «castellanización de TV3 es preocupante», que critica que cuando aparece alguien hablando en español no se le doble o subtitule.