El término diálogo —que tanto Gobierno de Sánchez como el secesionismo de ERC invocan con frecuencia para defender sus pactos— se ha convertido para algunos analistas en un significante vacío, que sirve solo para justificar los intereses de los políticos que vindican su práctica. En esa línea se manifestó ayer el presidente del Partido Popular Alberto Núñez Feijóo, que defendió en la presentación de la candidatura de Daniel Sirera a la alcaldía de Barcelona que el único diálogo que le interesa es el que permita que las empresas que se marcharon durante el procés regresen a Cataluña.
Y es que Feijóo ha criticado el «mal denominado diálogo» vendido por Sánchez a los electores, pues éste ha consistido en que el «PSC y ERC puedan gobernar en las instituciones catalanes y el PSOE y ERC puedan gobernar en España». «Eso no es diálogo, eso es un chollo», ha criticado. «Quiero que dialoguemos de cómo podemos volver a traer las empresas se han marchado, recuperar el conjunto de grandes empresas catalanas que se han marchado a Madrid o Valencia. No de los políticos fugados», ha resumido el líder popular.