Como suelen pregonar todos los presidentes, Pere Aragonès prometió ser el presidente de todos los catalanes y no solo de una parte («Gobernaré para la Cataluña entera», fueron sus palabras). A pesar de ello, no ha visto inconveniente en mantener al mismo tiempo el mantra secesionista del «un sol poble». Tal vez por ese sesgo separatista de su gestión de gobierno —así como por el hecho de que aún no haya logrado aprobar sus presupuestos para la legislatura en vigor— su popularidad ha caído en picado.
Esta realidad es la que muestra una encuesta elaborada por Sociométrica y publicada hoy por El Español, que revela que Aragonès es el mandatorio autonómico peor valorado de toda España. Así, el líder separatista obtiene una nota de un 1,7, la más baja de entre todos los dirigentes regionales con diferencia. Por el contrario, el más valorado es el andaluz Juanma Moreno (Partido Popular), con un 6,4. En el segundo puesto también aparece una líder de la misma formación: la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. Mientras, el único presidente socialista que obtiene el aprobado es el asturiano Adrián Barbón (5), que se sitúa en el quinto puesto tras Miguel Ángel Revilla (5,2).