La comida mantenida entre la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el candidato neoconvergente, Xavier Trias, en un restaurante del Eixample para debatir de «manera constructiva» sus respectivos modelos de ciudad parece no haber convencido a nadie. Por una parte, para el constitucionalismo municipal el encuentro pone de manifiesto de nuevo el entendimiento de Colau con el nacionalismo, sea éste de izquierdas o derechas.
Así, la aspirante de Valents, Eva Parera ha opinado en su cuenta de Twitter: «Colau y Trias pactando la Barcelona negra del futuro: con inseguridad, okupas, suciedad y falta de oportunidades». Y ha agregado: «El pacto del independentismo con la extrema izquierda se mantiene en Barcelona».
Mientras, el director de El Nacional —el diario digital separatista con más lectores—, José Antich, ha aprovechado en su editorial para señalar a Colau por su hipocresía. Y es que, tal y como recuerda Antich, el almuerzo se ha producido «después del burdo aprovechamiento que hizo Colau de la campaña mediática de una falsa cuenta en Suiza, en las municipales de 2015, y que a la postre le acabó costando el cargo de alcalde».