Barcelona acogerá el próximo día 19 la 27 cumbre hispano-francesa, presidida por Pedro Sánchez y Emmanuel Macron. Una cita que ha activado a los separatistas o, al menos, a sus principales representantes civiles: la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y el Consell per la República. Es la segunda vez que una ciudad catalana es la sede de este encuentro. La primera cumbre celebrada en Cataluña tuvo lugar en Girona en 2006 y estuvo presidida por los entonces mandatarios José Luis Rodríguez Zapatero y Jacques Chirac.
Los independentistas consideran que este encuentro es una buena ocasión para «movilizar a todo el tejido social, civil y popular» de forma «unitaria». Hay que recordar que Òmnium Cultural se desvinculó a principios del pasado mes de diciembre de la ANC para dar la razón a las tesis de ERC basadas en la defensa del diálogo con el Estado para conseguir la ansiada consulta sobre la independencia. Ahora, sin embargo, la entidad vuelve a la unidad con la Assemblea y el Consell per la República.
El fin del procés
En un comunicado emitido por las tres asociaciones, se indica que la movilización del día 19 tendrá lugar en el mismo sitio en el que se celebre la cumbre, que aún no se conoce. Entre los argumentos para esta manifestación está el de demostrar al Gobierno de Sánchez que el procés no se ha acabado, como aseguró recientemente el socialista. «El Gobierno español ha referido varias veces que venía a Barcelona para certificar el fin del procés», han señalado en su comunicado, «las tres entidades independentistas lo consideran una provocación, una fantasía y una falsedad». Y es que, han recordado, «no se ha dado ninguna solución política al conflicto, que aún hay representantes del movimiento en el exilio y que hay 500 personas pendientes de juicio por causas relacionadas con el referéndum del 1 de octubre y la posterior represión del Estado».
Lo que hasta ayer era división total se ha convertido ahora, gracias a la cumbre y al menos sobre el papel, en la convicción de que «la voluntad de independencia está más viva que nunca». Las tres entidades han asegurado, además, que los gobiernos de España y Francia «reprimen a la nación catalana, a sus gentes, su lengua y su cultura». Por ello, «la movilización quiere ser un clamor por la defensa del catalán y de la inmersión lingüística educativa desde la calle e incorporará las demandas de la Cataluña Norte, donde el catalán está siendo perseguido por su uso en los plenarios municipales».