En Cataluña, el parecer de los partidos constitucionalistas y separatistas acostumbra a ser antagónico. Sin embargo, de vez en cuando se producen acontecimientos que ponen de acuerdo a ambos. Es el caso del fallecimiento de Benedicto XVI. Uno de los primeros en loar su figura ha sido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que ha sentenciado que «sus aportaciones intelectuales y su pontificado al frente de la Iglesia han dejado huella» y ha mostrado sus condolencias «a todos los católicos de Cataluña y de alrededor del mundo».
Por su parte, el presidente de su formación, Oriol Junqueras, conocido por su religiosidad, ha destacado en tres idiomas —catalán, alemán e italiano— que de él guarda «breves y amables conversaciones» y ha subrayado que Ratzinger es «reconocido, sobre todo, por su trayectoria intelectual».
En lo que respecta al ámbito constitucionalista, el líder del PSC Salvador Illa, ha puesto en valor que el antiguo Papa «fue un intelectual que deja un importante legado teológico» y ha expresado su «sentido pésame a todos sus familiares y la comunidad ctistiana».
Por último, el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha resaltado que «Benedicto XVI fue, ante todo, un hombre extraordinario». «Descanse en paz», ha añadido.