La tradición catalana del pesebre ha llevado al alcalde de Perpiñán, Louis Aliot, a enfrentarse a los tribunales franceses por su mantenimiento. Y es que la Justicia francesa ha ordenado al primer edil retirar el pesebre instalado en el Ayuntamiento por considerar que este vulnera la laicidad del Estado francés. Todos los partidos con representación en el Consistorio han hecho frente común para defender lo que el responsable de Cultura de la ciudad, André Bonet, ha explicado como patrimonio, cultura e identidad de esta ciudad.
Llama la atención que medios separatistas como Catalunya Ràdio estén cubriendo esta noticia, considerando que en instituciones catalanas como el Parlament se ha renunciado este año a instalar el tradicional pesebre por considerar que también puede herir los sentimientos de algunos grupos de ciudadanos. Por no hablar de lo que sucede desde hace años en Barcelona, ciudad en la que el Consistorio tiene ya como tradición navideña provocar el cabreo de los residentes con sus esperpénticos pesebres. En Perpiñán, por el contrario, se empeñan en mantener las costumbres y el alcalde ha asegurado que, a pesar de la sentencia, el pesebre se mantendrá en el Consistorio hasta el próximo día 2 de enero.