Se desata el conflicto en Ciudadanos en su momento más delicado. Con el partido en declive en las encuestas y el congreso de refundación en ciernes, el anuncio de Edmundo Bal de hacerse con el liderazgo del partido para sustituir a Inés Arrimadas ha propiciado un terremoto en el seno de la formación naranja. Y es que la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís —una de sus principales activos puesto que, según los sondeos, mantendría una mínima representación en el Ayuntamiento de Madrid— baraja no presentarse bajo la marca de Ciudadanos si Bal se hiciese con los mandos del partido liberal.
Los motivos residen en que Villacís no comparte el perfil «menos liberal» de Bal, que apostó por votar la controvertida Ley del Sí es Sí —cuyos agujeros técnicos han permitido la rebaja de penas a varios delincuentes sexuales— y también se muestra partidario de permitir la tramitación de la Ley Trans, tal vez aún más polémica si cabe que la anterior. La vicealcaldesa de Madrid defiende en su lugar una candidatura «unitaria y de consenso», que pueda relevar a Arrimadas pero nunca dejar a Cs en manos de Bal.
Situación crítica también en Barcelona
Mientras en Barcelona el partido se halla desarticulado después de que el concejal Paco Sierra encabezase una rebelión que terminó con su expulsión y la dimisión de la candidata Luz Guilarte. Según publica hoy El Periódico, el partido celebrará primarias para elegir al candidato, si bien uno de los nombres que suenan para el cargo es el de la diputada Anna Grau, pues ella misma se ha ofrecido.