El confinamiento y la pandemia hicieron grave mella en la psique de parte de los jóvenes catalanes. Es lo que se desprende de una macroencuesta sobre salud mental elaborada por la conselleria de Educación y la conselleria de Salud a alumnos catalanes de entre 10 y 18 años. Lo más significativo que arroja el estudio es que, dos años después de la pandemia del coronavirus, el 8,8% de los alumnos sostienen que cada día o casi cada día tienen ganas de morirse o, en su defecto, dormirse y no volver a despertarse nunca más. No solo eso, sino que el 5,9% de los adolescentes piensa casi cada día en hacerse daño y autolesionarse. El sondeo se nutre de la información recabada entre 267.000 jóvenes de 2000 centros distintos, siendo el mayor que se ha efectuado en Cataluña.
Otro dato significativo que muestra la encuesta —cuyo principal objetivo es conocer cómo ha vivido la juventud catalana la pandemia— es que cuatro de cada 10 alumnos ha sentido miedo, tristeza, ira o rabia. Sentimientos que perduran dos años después: el 13% aún siente ira y rabia, y un 7% miedo. Por otra parte, el estudio también se interesó por el apoyo emocional con el que contaron estos jóvenes. La mayoría de ellos afirmó hallar dicho respaldo afectivo entre sus amigos (el 73%). Mientras, un 36% encontró ayuda en su tutor. Sin embargo, un 8,6% de la juventud afirma que se siente desamparada y no puede contar con nadie cuando le acucia un problema personal de envergardura.