El expresidente Carles Puigdemont, fugado de la Justicia española desde finales de 2017 y residente en Waterloo, sigue esperando a que la Generalitat le proporcione un servicio de escolta que deberían llevar a cabo agentes de los Mossos. Pero en ERC no están dispuestos a satisfacer sus esperanzas. Así lo ha dejado claro este jueves el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, en una entrevista en RAC1 en la que ha señalado que no se va a jugar el puesto por dar a Puigdemont un servicio de protección pública.
Elena ha explicado que activar este servicio de escolta requiere de la autorización del Ministerio de Interior y esta no se ha producido. El conseller ha añadido que, sin este permiso del ministerio, tanto él como los mossos que prestaran el servicio corren el riesgo de ser inhabilitados. «Fuera de Cataluña», ha señalado el republicano, «necesita una autorización del Ministerio de Interior y esta autorización no existe. Es así de sencillo».
«Si se le pusiera», ha añadido Elena, «significaría la inhabilitación del que lo decidiese y para el responsable policial». El conseller ha reconocido que los expresidentes catalanes tienen «derecho a escolta». Pero también ha recordado que Puigdemont está fuera de España y que «no puede venir porque iría a prisión». «Yo no voy a enviar a unos agentes a que los inhabiliten», ha concluido y ha recordado que «Torra tampoco le puso escolta a Puigdemont por la misma razón y tampoco lo hicieron los consellers Buch y Sàmper».