El cambio climático ha agravado los episodios, cada vez más frecuentes y extremos, de sequía y lluvias torrenciales. Nos hemos acostumbrado a ver estas imágenes en televisión, pero no podemos ser únicamente espectadores y cruzarnos de brazos. La emergencia climática es uno de los mayores retos que la humanidad tiene hoy en día. Hay que actuar colectivamente y con urgencia. Lo que está en juego es, nada menos, el futuro del planeta y nuestra supervivencia como especie.
Catalunya es una de las zonas de la Unión Europea más afectadas por el cambio climático. En toda la cuenca mediterránea, el agua es cada vez un recurso más escaso. De hecho, hasta el 50% de la población del Mediterráneo sufre las consecuencias de la emergencia hídrica en algún momento del año. La Agencia Catalana del Agua estima en un 22% la disminución de la disponibilidad de agua en el litoral catalán para el año 2050. Además, se prevé que, en este mismo año, Barcelona tenga una necesidad adicional de agua potable del 8,2% del consumo total.
El Día Internacional contra el Cambio Climático se celebra el 24 de octubre para llamar la atención sobre este gran reto vinculado a la sostenibilidad del planeta. En noviembre se celebrará en Egipto la Conferencia anual de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), con el compromiso de acelerar la acción climática y alcanzar objetivos ambiciosos como los planteados en el Acuerdo de París firmado hace más de seis años. Será un nuevo toque de atención para pasar ya de las promesas a los resultados y para ejecutar acciones concretas sobre el terreno.
De las palabras a los hechos
Las empresas tienen el reto de convertirse en motor de la transformación social, ecológica y digital. Con este propósito, Aigües de Barcelona ha reducido un 51% sus emisiones durante el período 2015-2020, superando con creces el objetivo que se había marcado previamente. La compañía ya trabaja en proyectos para alcanzar la neutralidad climática del 100% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) antes del 2050.
Esto incluye la implementación de placas solares y pérgolas de captación fotovoltaica en las instalaciones de la compañía, así como la valorización de los fangos (un residuo rico en materia orgánica) generados en las estaciones de depuración de agua, para transformarlos en ecocombustibles como el biogás. Tres de estas instalaciones utilizan la energía producida en los mismos procesos de la planta, reduciendo así las emisiones de carbono. En este sentido, en el 2021 la compañía ha generado más de 11,5 millones de kWh de energía térmica con cogeneración de biogás y más de 21 millones de kWh de energía eléctrica, correspondiente al consumo de energía de 150 días de estas tres estaciones depuradoras. Casi el 100% de la energía que consume Aigües de Barcelona tiene origen renovable.
En el ámbito de la regeneración y la reutilización de agua para darle una segunda vida, Aigües de Barcelona ha regenerado en el último año 38 hm3 de agua con la principal finalidad de usarla para el mantenimiento ecológico y ambiental. Además, la compañía está estableciendo proyectos de colaboración público-privada y acciones de implicación para acelerar la implantación del agua regenerada, una solución necesaria para la resiliencia de las ciudades frente al contexto irreversible de emergencia hídrica resultante del cambio climático. En este sentido, la compañía ha logrado reducir su huella hídrica casi un 25% en los últimos cinco años.
Acción climática en el sector del agua
El Consejo de Administración de Aigües de Barcelona aprobó en noviembre del 2021 su Política de Acción Climática para trabajar de forma focalizada por el clima y dar respuesta a la situación actual de emergencia climática. La compañía asume el reto de liderar activamente la acción climática, cooperando con los grupos de relación y con el territorio en el que está presente.
La Política tiene tres ejes de actuación principales: la neutralidad climática, la adaptación al cambio climático, y la capacitación e implicación climática. En el proceso de confección de la Política, se han implicado instituciones relevantes, como el Área Metropolitana de Barcelona, la Secretaría de Acción Climática de la Generalitat de Catalunya, la Agencia Catalana del Agua, el Catalan Water Partnership, agentes expertos en cambio climático, empresas comprometidas y referentes en sostenibilidad, y entidades de activismo ambiental y social.
El esfuerzo de Aigües de Barcelona en su estrategia y acciones hacia la emergencia climática en los ejes de adaptación, mitigación y liderazgo climático le ha valido el reconocimiento de la International Water Association (IWA) como Climate Smart Utility en septiembre. Es el primer reconocimiento que recibe una compañía de gestión del ciclo integral del agua en Cataluña. Además de avalar e impulsar la acción climática de la compañía, el distintivo permite crear una red de buenas prácticas ambientales con otros agentes del sector. De este modo, Aigües de Barcelona se convierte en un verdadero agente tractor de la acción climática en el sector del agua.
Las alianzas, claves para avanzar
Aigües de Barcelona tiene en su ADN la colaboración público-privada y la cooperación y las sinergias con sus grupos de relación. Por ese motivo, la compañía lanzó en mayo un hub de acción climática. Se trata de un espacio de codesarrollo que permitirá a todas las entidades participantes generar nuevos modelos ecológicos, neutros y de impacto positivo.
En este momento, ya se trabaja con más de 45 entidades proveedoras de los operadores del ciclo integral del agua para alcanzar la neutralidad climática de forma colectiva. Ninguna compañía puede hacerlo sola porque siempre dependerá de las emisiones indirectas que se generen fuera de su organización. El hub permite compartir las buenas prácticas y el conocimiento para el cálculo y la reducción de la huella de carbono, así como actualizar las tendencias regulatorias, estratégicas y de financiación en materia de acción climática.
El cambio climático nos aboca a todos a colaborar. Cada gesto cuenta.