Tras el escándalo a principios de años de las jubilaciones doradas del Parlament —éste paga 1,7 millones de euros anuales a funcionarios que ya no trabajan en la Cámara— surge una nueva polémica entorno al derroche de la política catalana: los altos cargos del Govern cuestan 30 millones al año. Así lo denunció ayer el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, que desveló durante su intervención ayer en la cámara que «hasta 366 altos cargos de la Generalitat le cuestan a los catalanes 30 millones de euros».
«Ustedes aseguran no tener competencias en ferrocarriles y se quejan, pero le pagan 127 mil euros a la presidenta de ferrocarriles y 150 al director general, y así un buen listado. Y eso que no tienen ustedes competencias; el día que las tengan, yo no sé qué les van a pagar», le reprochó Fernández en su interpelación al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Seguidamente, aludió al dispendio de los altos cargos antes mencionados, para luego añadir: «Ustedes no están gestionando una Generalitat al servicio de las personas, están gestionando una Generalitat al servicio de los cuadros y dirigentes de sus respectivos partidos».
La poltrona como debate de fondo
Y a modo de conclusión, manifestó: «No es extraño, en consecuencia, que estén dando este auténtico espectáculo bochornoso con un único debate de fondo, que es la poltrona, precisamente cuando peor lo está pasando la ciudadanía». «Eso es bochornoso», remató.