Pese a la exclusión del castellano escolar practicada por el nacionalismo catalán —hasta el punto de desacatar las sentencias de los tribunales para seguir vetando la lengua común—, sus principales líderes siguen considerando que la situación se da a la inversa. Esto es, que es el Estado español el que discrimina a los catalanohablantes. Así, la nueva «afrenta» contra el catalán denunciada por el nacionalismo es que el BOE ejerce la «xenofobia» contra Cataluña por usar topónimos en castellano de poblaciones catalanas —se obvia que estos lugares también son españoles—.
Es lo que ha hecho hoy el expresidente de la Generalitat y prófugo de la Justicia Carles Puigdemont en su cuenta de Twitter. «El insulto a la lengua catalana y a su estatus de lengua oficial (también de los topónimos) se publica en el BOE. El gobierno falta al respeto de una forma grotesca. Reírse de nuestras palabras es una forma de xenofobia. Una ofensa oficial a la lengua de todo un pueblo», ha resumido Puigdemont, adjuntando una captura de pantalla del BOE en la que aparecen topónimos en español de localidades catalanas.
Quien se ha sumado a denunciar el supuesto agravio ha sido la controvertida periodista Pilar Rahola, según la cual la situación actual es equiparable al «franquismo». Asimismo, ha recurrido a la ironia añadiendo: «La mesa de diálogo no para de darnos alegrías. Es un no parar».