El expresidente Jordi Pujol permanece en la Unidad de Ictus del Hospital Sant Pau de Barcelona tras haber sido intervenido este lunes de un ictus grave. Según ha informado el centro hospitalario en un comunicado, Pujol llegó al Sant Pau derivado desde el Hospital de Barcelona, a donde se había dirigido tras constatar que sufría «una alteración del lengua aguda».
En el mismo comunicado, el Sant Pau ha indicado que el expresidente ha sido sometido a «un tratamiento endovascular para eliminar la obstrucción arterial», tras detectársele «un ictus provocado por la obstrucción de una arteria cerebral». El ictus, según ha explicado el centro en la misma nota, ha sido el resultado de «la obstrucción de una arteria cerebral que ha provocado una reducción del flujo sanguíneo».
Medios como El Nacional han informado de que el expresidente, que tiene ya 92 años, podría sufrir graves secuelas debido a esta circunstancia. Así, han señalado que estas secuelas preocupan seriamente al equipo médico que le está tratando y que intenta «conocer el alcance de la afectación». De cualquier manera, fuentes cercanas a Pujol han declarado al digital separatista que los médicos han logrado limpiar el coágulo.