La Diada de este año se presenta más anómala que nunca. A la división de los partidos separatistas se le añade ahora otro elemento que empañará en parte la gran fiesta del secesionismo. Y es que una figura tan significativa dentro del movimiento como es el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ya ha anunciado que no asistirá a la edición de este año. El motivo aducido, que ha explicado en una entrevista en RAC1 es que considera su asistencia «poco coherente» dado que la Diada se presenta en esta ocasión en una «manifestación contra los partidos y no contra el Estado».
La interpretación del president no carece de base pues la plataforma que organiza la manifestación, la Asamblea Nacional Catalana (ANC), proclama en el manifiesto de la convocatoria que «se ha acabado esperar nada de los partidos, solo el pueblo y la sociedad civil organizada podrán alcanzar la independencia». Por otro lado, cabe recordar que el año pasado tanto Aragonès como el presidente de ERC, Oriol Junqueras, fueran silbados por una parte de los manifestantes, con lo que el presidente podría querer ahorrarse que se repita el trance. En cualquier caso, será la primera vez que un presidente de la Generalitat —al menos, desde que ocupase el cargo Artur Mas— no acuda a la emblemática convocatoria.