Pese a que el movimiento separatista no suele considerarse nacionalista —en todo caso, suele reservar ese adjetivo para los partidos constitucionalistas—, lo cierto es que durante el procés nos ha acostumbrado al despliegue de banderas y pancartas patrióticas gigantes, ya sea en las fiestas de la Patum en Berga o en la casa natal del fugado Carles Puigdemont. Incluso una alcaldesa como Ada Colau, no separatista pero alineada con frecuencia a sus tesis, exhibió durante meses un gran lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento de Barcelona.
En cualquier caso, quién piense que con los indultos a los políticos que dieron el golpe de 2017 la exhibición de colosales enseñas secesionistas iba a menguar se equivoca. Y es que, tal y como ha denunciado la líder de Valents, Eva Parera, durante la celebración de la fiesta mayor de Sitges un grupo de nacionalistas ha colgado enfrente de la fachada del Consistorio una bandera estelada de grandes dimensiones.
«No vamos a tolerar lo que ha ocurrido en las fiestas de Sitges. La neutralidad de las instituciones debe respetarse siempre», ha defendido la concejal del partido constitucionalista en Twitter, si bien algunos internautas han precisado que la bandera no colgaba en el consistorio sino en un edificio vecino. En cualquier caso, Parera ha defendido que ningún catalán debe verse «excluido de su propio municipio».