Una sequía extrema con pantanos bajo mínimos es la estampa que se repite este verano en las reservas de embalses y pantanos de Cataluña, que se encuentran aproximadamente a un 38% de su capacidad. Según la Agencia Catalana del Agua (ACA), estos niveles no se veían desde 2018, cuando las reservas llegaron a estar por debajo de la mitad de su capacidad.
Según la Agencia Catalana del Agua (ACA), estos niveles no se veían desde 2018, cuando las reservas llegaron a estar por debajo de la mitad de su capacidad.
La escasez de agua ha dejado al descubierto pueblos hundidos, como el de Sau. Este año, a un un 38% de su capacidad, el pantano permite ver algunas de las casas hundidas del pueblo de Sant Romà y su iglesia sumergido en 1962.
Según los últimos datos ofrecidos por la ACA este martes 23 de agosto, los que están en peor situación son los embalses de Rialb, que se encuentra a un 6,78% de su capacidad, el de Siurana (Cornudella de Montsant) con un 9,44%, Guiamets con un 20,64%, Riudecanyes, que está al 26,72%, la Llosa del Cavall (Navès) con un 30,91% y Darnius Boadella con un 36% de capacidad, seguido del pantano de de Sau, que tal como se ha mencionado anteriormente registra un 38% de su capacidad, uno de los niveles más bajos de su historia.
En mejor situación se encuentra el embalse de Terradets, que está a un 94,58%, Riba-Roja d’Ebre, a un 90,69% de su capacidad, el Pantano de Foix (Castellet i la Gornal) con un nivel del 76,58% o Sant Ponç (Clariana de Cardener), con un 60,67%.