El pistolero de Tarragona, Eugen Sabau ha pedido la libertad provisional en el Consorcio Sanitario de Terrassa (Barcelona), donde se encuentra ingresado en el módulo penitenciario y donde recibirá la eutanasia el próximo 23 de agosto.
Sabau sufre una lesión medular irreversible, por lo que el Tribunal Constitucional (TC) ha rechazado los últimos recursos con los que sus víctimas pretendían paralizar su muerte asistida argumentando que su muerte les causa desamparo. En este sentido, aunque la muerte asistida programada es definitiva, la defensa de las víctimas estudia acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) o al procedimiento administrativo de eutanasia para paralizarlo por la vía contenciosa, según ha avanzado el Diari de Tarragona.
La defensa de Sabau insiste en que no hay riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas
El abogado de Eugen Sabau, Gerard Amigó, ha explicado a Efe-TV, que ha pedido a la juez de instrucción la libertad del acusado para que pueda pasar sus últimos días en un hospital y poder así despedirse de su familia. Según Amigó, no existe riesgo alguno de fuga ni destrucción de pruebas.
Amigó admite que las víctimas quieran un juicio. Sin embargo, recuerda que la conclusión de la Audiencia de Tarragona es que «tiene que preponderarse el derecho a la dignidad y a la integridad física y moral del investigado enfrente del derecho a la tutela judicial efectiva de los denunciantes». Asimismo, ha insistido en que de celebrarse el juicio el acusado no podría estar presente debido a su estado terminal. «Este hombre va a morir», ha concluido.
Por su parte, el abogado José Antonio Bitos, del sindicato USPAC, que representa al agente de los Mossos d’Esquadra herido por el ‘pistolero de Tarragona’, ha denunciado al mismo medio que la decisión de permitir la eutanasia deja desamparadas a las víctimas. Así, Bitos ha lamentado la negativa de la Audiencia de Tarragona y del Tribunal Constitucional de admitir a trámite los recursos de las víctimas que intentan paralizar este proceso de muerte asistida.
