Ni “nueva normalidad”, ni “represa”. Hoy, 2 de julio se ha sabido que 381.968 empleados siguen afectados por ERTEs, la mayoría de fuerza mayor, en Cataluña. Un síntoma inequívoco de que todavía no se puede hablar de recuperación económica, a pesar de haber finalizado el estado de alarma el pasado 21 de junio. Las cosas no fueron bien durante el mes pasado: se presentaron 374 nuevos Expedientes de Regulación Temporal de Ocupación (ERTE) que implicaban a 5.468 trabajadores, según cifras facilitadas por la UGT.
Aun así, y desde finales de abril, un total de 293.479 personas afectadas por ERTEs de fuerza mayor se han reincorporado a su lugar de trabajo; mientras 3.237 han retomado su actividad laboral provenientes de ERTEs no de fuerza mayor.
Más de 100.000 parados no cobran prestaciones
A finales de mayo, se constató que 478.104 personas sujetas a ERTEs (404.955 por suspensión de ocupación y 73.149 por desocupación parcial) recibían la prestación contributiva por desocupación. Cuando se las descuenta del total de personas beneficiarias de prestaciones, se llega a la conclusión que 308.350 desempleadas perciben prestaciones por desocupación. Por el contrario, el número de personas registradas en las oficinas del SOC que no perciben prestación alguna asciende a 174.799, es decir, el 36,18% del total del paro contabilizado en Cataluña.
Revisión «exhaustiva» de ERTEs de fuerza mayor
Desde el sindicato exigen que la administración revise los ERTEs de fuerza mayor, a fin de detectar aquellos presentados de manera injustificada. En ese caso, las empresas que han abusado de estos expedientes serían sancionadas y obligadas a devolver las subvenciones recibidas durante la pandemia. También piden agilizar la tramitación de las prestaciones no resueltas, facilitando unos ingresos necesarios a los trabajadores sujetos a ERTEs.
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