Las formaciones constitucionalistas han mostrado este miércoles su indignación ante el acuerdo tomado por el Gobierno y la Generalitat para incrementar el blindaje del catalán y, de paso, no cumplir las sentencias que obligan a aumentar la presencia del castellano en las aulas. Se trata de uno de los primeros acuerdos concretos de la mesa de diálogo pactada entre el PSOE y ERC en 2020 y adoptado en la reunión celebrada también este miércoles en Madrid.
El líder de Vox en el Parlament, Ignacio Garriga, ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de permitir que se sigan «pisoteando derechos y libertades del conjunto de catalanes, expulsando el castellano de las aulas». Garriga también ha denunciado que el Ejecutivo central «se rinde al separatismo», algo que tendrá consecuencias para los catalanes: «Inseguridad y precariedad».
Desde Ciudadanos, ha sido la presidenta del partido, Inés Arrimadas, la que ha criticado también duramente este acuerdo. Ha recordado que «la obligación del Gobierno es hacer cumplir la ley» y «garantizar el derecho a la escolarización en español en Cataluña».
El líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha ido más allá y ha recordado a Pedro Sánchez que cualquier «cesión al nacionalismo» solo servirá «para rearmarles de cara a su próximo golpe unilateral».