De un tiempo a esta parte, el escritor Alberto Olmos ha convertido su columna Mala fama en El Confidencial en un refugio para todos aquellos cansados de los excesos de la izquierda identitaria y el pensamiento políticamente correcto. Ahora, una selección de sus irreverentes columnas aparecen recogidas en un volumen publicado por Circulo de Tiza: Cuando el Vips era la mejor librería de la ciudad.
En libro se hace evidente su distanciamiento con la izquierda actual. ¿Ha entrado la izquierda, como pronosticó Félix Ovejero, en una “deriva reaccionaria”?
En general, suscribo cualquier cosa que diga Félix Ovejero, que me parece un intelectual de referencia ahora mismo en España. La izquierda ha buscado y encontrado un nuevo lugar desde donde pedir el voto, un lugar donde la igualdad no tiene especial importancia y se proponen nuevos productos ideológicos para la clase media progresista. La línea comercial básica se denomina «superioridad moral». De ahí a la intolerancia hay un escalón que se sobrepasa a menudo. Y de ahí al totalitarismo ya queda poco.
También comenta lo ridículo que le parece el apócope anticapi. ¿Qué opina de otro término en boga ahora mismo: antifa?
No me puedo tomar en serio a gente que necesita, primero, una etiqueta molona para su activismo y, segundo, recortar las palabras si quedan demasiado largas. Es todo como de parvulitos en el cole con la seño, la verdad.
«La izquierda ha encontrado un lugar desde donde pedir el voto, en el que la igualdad no tiene importancia y se proponen nuevos productos ideológicos para la clase media progresista. La línea comercial básica se denomina ‘superioridad moral»
Alberto Olmos
Al hilo de fenómenos como el Me Too, Javier Marías le dijo que “estamos viviendo una de las épocas mas hipócritas de la historia, ríete tú del siglo XIX”. ¿Exageraba?
No, estoy completamente de acuerdo. La distancia entre la realidad y su representación es ya gigantesca, y basta conocer la vida privada de determinadas personas que difunden determinados mensajes para darse cuenta de la grave bilocación que en la que vivimos.
Ha lamentado la escasa atención que se le presta a los numerosos suicidios que tienen lugar cada año en España. ¿Por qué se les otorga tan poca importancia?
Es un gran tabú, seguramente el único que nos queda. 3000 muertes al año a mano propia. 3000. Nada importan, como nada importan las 700 muertes en accidente laboral.
«Greta Thunberg es una pobre niña instrumentalizada por sus padres para hacerse millonarios y que además sirve a los gobiernos para sacarse ‘selfies»
Alberto Olmos
Le ha dado tiempo a incluir en la selección un texto sobre el coronavirus. Cuatro meses después de que se declarase el Estado de alarma, ¿cómo valora la gestión de Pedro Sánchez?
Creo que empezó tarde y es demostrable que el 8M se autorizó para mayor lucimiento de Carmen Calvo e Irene Montero. Luego entiendo que se hizo lo que se pudo, con cierta insensibilidad hacia los muertos, a mi juicio, y un director de crisis verdaderamente nefasto: Fernando Simón. Este hombre es un claro ejemplo de cómo los expertos se utilizan a menudo para sortear el sentido común y validar decisiones totalmente arbitrarias.
Uno de los artículos lleva por título: ¿Y si no existe el punto de vista femenino? ¿Nos lo explica?
Quiero decir que por ser mujer no tienes que hacer películas de mujeres, como puede verse en la obra toda de Kathryn Bigelow. Pensar que si hay más directoras de cine habrá más películas sobre mujeres es no entender nada del hecho artístico. No hay una sola realidad que no haya sido ya retratada por el cine y las series de televisión.
«Fernando Simón ha sido un director de la crisis del coronavirus verdaderamente nefasto»
Alberto Olmos
¿Y por qué la historia de Greta Thunberg se le antoja “terrorífica”?
Es una pobre niña instrumentalizada por sus padres para hacerse millonarios y que además sirve a los gobiernos para sacarse selfies. Es demencial que la voz autorizada para avisar de los peligros medioambientales sea una chica que no creo que sepa lo que es la fotosíntesis.
Spike Lee pidió disculpas recientemente por haber salido en defensa de su amigo Woody Allen. ¿Cómo explica que se haya estigmatizado hasta tal punto la figura de Allen, sobre el que la Justicia ha determinado en dos ocasiones que no cometió abusos?
Mediocridad, envidia, maldad. No veo otras explicaciones. Estoy revisando estas semanas bastante cine de Woody Allen, y sigue siendo maravilloso. En sus memorias dedica 100 páginas al asunto de la denuncia. Habría que leerlas antes de crucificarle. Lo llamativo de estas condenas públicas es que se rigen por un criterio bastante cruel: hacer daño hasta la muerte. Cuando Woody Allen muera, le dejarán en paz. Es un sistema represivo puramente medieval.
«Por ser mujer no tienes que hacer películas de mujeres. Pensar que si hay más directoras de cine habrá más películas sobre mujeres es no entender nada del hecho artístico»
Alberto Olmos
Las películas que quieran competir en los Oscar deberán cumplir con criterios de diversidad. ¿Es una medida atinada?
El propio Allen no da ninguna importancia a los Oscar, como hacemos todas las personas sensatas con todos los premios. Si estos criterios buenistas se imponen, mejor aún: a lo mejor más gente deja de dar credibilidad a simples espectáculos de reduccionismo creativo. Decir que algo es lo mejor suele suponer que todo lo demás puede ser olvidado o ignorado. Nada es lo mejor y todas las películas y todos los libros y todas las canciones son importantes.
El libro termina con un largo capítulo en el que se pregunta en qué consiste escribir bien. ¿A qué conclusión llegó?
A la que siempre llego cuando me pongo a escribir cualquier cosa: qué difícil es.
