ERC, Junts, En Comú-Podem y PSC han votado en el Parlament en contra de «favorecer la gratuidad del servicio de comedor a todos los menores escolarizados que presenten alguna discapacidad». La propuesta fue presentada por el grupo parlamentario de Vox, que puso sobre la mesa datos como que el número de menores con discapacidad en Cataluña ha pasado de 24.775 en 2010 a 36.846 una década más tarde.
A pesar de que el número de menores con discapacidad se ha incrementado en más de 12.000 en una década, recordó el diputado de Vox Manuel Acosta, el número de plazas en centros educativos con enseñanza orientada y especializada para estos niños solo ha subido en 2.000. A esto se suma que «las familias con niños con necesidades especiales requieren unos recursos humanos y económicos difíciles de cubrir con el poder adquisitivo del catalán medio». Algo que, ha denunciado Acosta, les lleva a «un peregrinaje interminable y, en la mayoría de los casos, infructuoso por la mayoría de las administraciones públicas en busca de ayudas económicas o sociales con el fin de poder hacer frente a esta situación».
Rechazada por llevar la firma de Vox
De poco han servido los datos ofrecidos por Acosta pues los grupos mayoritarios en la Cámara han preferido votar en contra de la propuesta. En casos como el de ERC, responsable de los departamentos de Educación y Asuntos Sociales en el Govern, el argumento para el voto en contra ha sido únicamente que la propuesta ha sido presentada por Vox. Junts ha acusado a Acosta de intenciones «demogógicas«, mientras que el resto de formaciones se han aferrado a la excusa de que esta gratuidad solo sería posible en el caso de que afectara a todos los alumnos y no solo aquellos con necesidades educativas especiales.