QUÉ ES EL FONDO DE APOYO A LA SOLVENCIA DE EMPRESAS ESTRATÉGICAS
Una de las decisiones estrella tomadas por el Gobierno para afrontar la crisis económica derivada de la pandemia fue la creación del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas.
El Gobierno creó este Fondo mediante el Real Decreto-Ley 25/2020, de 3 de julio, y la Orden de 23 de julio de 2020. Se dotó con 10.000 millones.
El objetivo del Fondo es el apoyo financiero público temporal para reforzar la solvencia de empresas afectadas por la pandemia, estratégicas para el tejido productivo nacional o regional por su impacto social y económico o su relevancia para la seguridad, la salud, las infraestructuras, las comunicaciones o el funcionamiento de los mercados. Deben ser empresas afectadas por la pandemia, estratégicas, solventes y viables, que necesiten el apoyo del dinero público para mantener su actividad.
Las empresas que necesiten ese apoyo (mínimo: 25 millones) podían solicitarlo a la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales). Los técnicos de la SEPI analizan la solicitud, examinan la situación y características de la empresa y a resultas de ello el Consejo Gestor del Fondo (formado por altos cargos del Gobierno) aprueba o deniega la ayuda. Las aprobaciones deben ser confirmadas por el Consejo de Ministros.
La SEPI es un centro directivo importante, heredero del antiguo INI (Instituto Nacional de Industria). Depende del Ministerio de Hacienda. Alberga las participaciones del Estado en varias empresas. Entre ellas: con el 100% en Correos,RTVE, Agencia EFE, Navantia, Hunosa (las joyas de la corona); en torno al 20% en RedEléctrica e INDRA; en torno al 5% en Airbus, Hispasat y Enagas.
Cómo son las ayudas que concede el fondo
Las ayudas se formalizan mediante préstamos ordinarios o préstamos participativos facilitados por la SEPI a las empresas. Ambos préstamos devengan intereses a tipos cercanos al mercado y, naturalmente, deben ser devueltos. La diferencia radica en que los participativos devengan intereses variables en función de ventas o beneficios; además, pueden computarse como capital.
Así pues, no se trata de ayudas a fondo perdido (subvenciones) ni siquiera de participaciones en forma de capital (aunque los préstamos participativos se parecen bastante al capital). Todas las ayudas deben ser devueltas y hay un calendario de amortización, normalmente a 7 años.
Además, la concesión de los préstamos está supeditada a la aceptación por la empresa de una serie de condiciones que se detallan en un Acuerdo de Gestión. Esto quiere decir que la empresa queda sometida a vigilancia pública y a la intervención de la Administración en la toma de decisiones relevantes. Delicado asunto. ¿Quién se va a encargar de esto?
El fondo ha terminado su misión
En principio, el Fondo debía estar totalmente repartido antes del 30 de junio de 2021. Pronto se comprobó que los escasos técnicos de la SEPI no eran capaces de gestionar las solicitudes recibidas y fue necesario recurrir a asesores externos para agilizar el análisis. Y fue necesario prorrogar el plazo hasta el 30 de junio de 2022. Esa fecha es el punto final. En consecuencia, a día de hoy, el Fondo ha terminado su misión.
Qué ayudas ha concedido el fondo
El Fondo sólo ha concedido 3.256 millones, todos en forma de préstamos. La tercera parte de su dotación.
Sólo 30 empresas han sido beneficiarias. Veamos las de más de 100 millones:
Del sector turístico (Líneas Aéreas y Hoteles): Air Europa con 475 millones, Barceló+Globalia con 320, Hotusa con 241, Volotea con 200, Air Nostrum con 111. Este sector es el de mayor volumen entre los beneficiados del Fondo.
No podemos olvidar aquí a PLUS ULTRA, la aerolínea con vínculos venezolanos que recibió 53 millones. Hay dudas sobre si reúne los requisitos para recibir este dinero, cosa que se ventila actualmente en los tribunales. Delicado asunto.
Del sector metalúrgico: CELSA con 550 millones, Tubos reunidos con 113.
De ingeniería: Técnicas Reunidas con 340 millones, Duro Felguera con 120.
Cuántas solicitudes se han rechazado
Se han rechazado 27 solicitudes por un importe total de 1.152 millones. La más importantes entre ellas es ABENGOA (que queda en situación crítica, con miles de empleos en el aire). Otras rechazadas son Naviera Armas (125 millones) y Room Mate (52).
Conclusiones
1.Es asombroso que, teniendo disponibles 10.000 millones de euros para aliviar el cacharrazo económico producido por la pandemia en el tejido empresarial español, sólo se hayan concedido préstamos por 3.256 millones, la tercera parte. ¿Cómo es posible que hayan sobrado las dos terceras partes del Fondo? Y sólo se ha beneficiado a 30 empresas. ¿Éstas son todas las empresas necesitadas de ayuda? Es increíble.
Podríamos entenderlo si las solicitudes rechazadas fuesen muy numerosas. Pero tampoco es el caso. Son 27 solicitudes rechazadas con un total de 1.152 millones. No hay quien lo entienda.
2.Con estas cifras, es evidente que la ejecución del Fondo ha sido un fracaso. El Gobierno debe preguntarse por qué. Parece que los canales de comunicación de la Administración con las empresas no son fluídos. Y queda claro que esta forma de hacer las cosas no sirve para ayudar a las empresas necesitadas. ¿Sobra burocracia y papeleo? ¿Falta un conocimiento más certero de la realidad? Tienen que hacérselo mirar.
1.Es asombroso que, teniendo disponibles 10.000 millones de euros para aliviar el cacharrazo económico producido por la pandemia en el tejido empresarial español, sólo se hayan concedido préstamos por 3.256 millones, la tercera parte. ¿Cómo es posible que hayan sobrado las dos terceras partes del Fondo? Y sólo se ha beneficiado a 30 empresas. ¿Éstas son todas las empresas necesitadas de ayuda? Es increíble.
Podríamos entenderlo si las solicitudes rechazadas fuesen muy numerosas. Pero tampoco es el caso. Son 27 solicitudes rechazadas con un total de 1.152 millones. No hay quien lo entienda.
2.Con estas cifras, es evidente que la ejecución del Fondo ha sido un fracaso. El Gobierno debe preguntarse por qué. Parece que los canales de comunicación de la Administración con las empresas no son fluídos. Y queda claro que esta forma de hacer las cosas no sirve para ayudar a las empresas necesitadas. ¿Sobra burocracia y papeleo? ¿Falta un conocimiento más certero de la realidad? Tienen que hacérselo mirar.
3.¿Por qué una empresa solvente y viable opta por pedir ayuda al Fondo? ¿No puede obtener financiación bancaria? Si es solvente y viable, parece raro. Quizá la diferencia radique en que los Bancos exigen garantías. Estaremos atentos a ver qué pasa cuando llegue la hora de devolver los préstamos.