Cinco funcionarios de prisiones tuvieron que ser atendidos este martes por los servicios médicos después de que una interna de 19 años, con un perfil claramente violento, les agrediese en el DERT de mujeres del Centro Penitenciario de Brians 1, en Barcelona.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, ha denunciado esta nueva agresión a funcionarios de prisiones. Sin embargo, lamentan, «este tipo de noticias empieza a ser demasiado reiterativa en las prisiones catalanas». Por tanto, empieza a ser el inmobilismo de las instituciones el verdadero protagonista del problema.
CSIF lamenta que el inmobilismo de las instituciones empieza a ser el verdadero protagonista del problema de las agresiones a funcionarios.
CSIF pide transparencia para averiguar si hay causa/efecto entre determinadas visitas y posteriores agresiones
Ante este goteo constante de agresiones en centros penitenciarios, CSIF dirigió este mismo lunes una carta a la consellera de Justícia, Lourdes Ciurò, solicitándole una serie
de datos «que para nosotros pueden ser definitivos para poner luz a la oscuridad de esta
maldita lacra que sufrimos los trabajadores en las prisiones catalanas».
Curiosamente, en las anteriores 72 horas, la interna agresora había sido visitada por:
• SIRECOVI (Sistema de Registro y Comunicación de la Violencia Institucional, sistema creado y gestionado por el Observatorio del Sistema Penal y Derechos Humanos (OSPDH), dirigido por el polémico Iñaki Rivera, claro detractor del sistema penitenciario catalán y que no duda en definir a los funcionarios de prisiones como torturadores.) Este sistema se pone en funcionamiento cuando se recibe una comunicación que una persona, presuntamente, ha sufrido malos tratos o torturas en espacios de privación de libertad (prisiones, comisarías de policía, centros de menores o centres de internamiento de extranjeros) o a la via pública por algún agente de la autoridad, cosa que no ha pasado.
SIRECOVI/ Este sistema se pone en funcionamiento cuando se recibe una comunicación que una persona, presuntamente, ha sufrido malos tratos o torturas en espacios de privación de libertad.
En el escrito se solicitaba a Ciuró los datos de los internos que son atendidos por OSPDH y SIRECOVI y que tienen un perfil multi agresivo hacia los trabajadores penitenciarios e internos que después de ser visitados por este tipo de asociaciones protagonizan algún incidente agresivo. «Los trabajadores y trabajadoras de las prisiones catalanas somos los máximos garantes de los derechos humanos, trabajamos con total profesionalidad y respetamos al máximo nuestra normativa vigente en esta materia, por lo que siempre hemos solicitado la instalación de medidas de videovigilancia».
«Los trabajadores y trabajadoras de las prisiones catalanas somos los máximos garantes de los derechos humanos, trabajamos con total profesionalidad y respetamos al máximo nuestra normativa vigente en esta materia».
«CSIF vuelve a exigir al Departamento de Justicia que se les proporcionen los datos
solicitados y que, hasta que no se aclare la relación causa/efecto entre las visitas de las
organizaciones mencionadas y los incidentes diarios que se producen en las prisiones
catalanas, sean suspendidas de facto y se les prohiba el acceso a los recintos penitenciarios.