Como en la canción de Jennifer López toda la clase política catalana especula sobre cuando el presidente Torra, o quizás sería mejor decir el fugado Puigdemont, va a convocar unas elecciones que reclaman todos los partidos excepto Ciudadanos.
EL TS se reúne el 17 de septiembre para analizar la muy previsible inhabilitación de Torra. Mientras tanto va tomando cuerpo la versión de que Torra no va a esperar a su inhabilitación, como se había especulado, sino que se va a adelantar y convocará las elecciones para finales de septiembre o primeros de octubre para aprovechar así una etapa llena de efemérides independentistas y poder victimizarse en plena campaña con la previsible sentencia del TS.
La única variable que podría retrasar la fecha elegida sería la disputa entre la dirección del PDEcat y los fans de Puigdemont partidarios de diluir a los post convergentes en el seno de JxCat. La radicalización de las posturas entre unos y otros hace que cada día sea más posible una ruptura que dejaría la incógnita de quién se queda con el PDEcat, no lo olvidemos, titular de la marca JxCat, y como se repartirían los derechos electorales entre unos y otros.
La remodelación del espacio catalanista en Cataluña queda a la espera de lo que hagan Bonvehí y los suyos
Mientras tanto la remodelación del espacio catalanista en Cataluña queda a la espera de lo que hagan Bonvehí y los suyos. Todo indica que Marta Pascal y su PNC ya tienen prácticamente cerrado el pacto con Units Per Avançar y que la cabeza de lista será para la dirigente nacionalista con Albert Batlle de número dos. El respaldo de relevantes empresarios y financieros a Marta Pascal sería determinante. Todo ello, insisto, a la espera, de lo que ocurra con el PDEcat. Hoy mismo Albert Batlle les ha abierto las puertas a confluir electoralmente si finalmente rompen con Puigdemont . Otras formaciones catalanistas moderadas y de centro como La LLiga, Lliures o Convergents parece que quedan al margen del acuerdo, sin perjuicio de incorporaciones individuales.
Por su parte algunos miembros de de estas formaciones, excluidas o autoexcluidas del acuerdo, según las versiones, se habrían dirigido a Ciudadanos, y más concretamente a Inés Arrimadas, para explorar un acuerdo electoral de centro, uniendo formaciones con pedigrí identitario alejado pero convencidas que toca la reconciliación y la superación de la división social. La base del acuerdo sería un programa de centro que priorizaría una buena gestión, alejada de populismos de todo tipo, después de demasiados años en que las instituciones catalanas han estado ‘raptadas’ por el ‘procés’.
El PP se siente fuerte en Cataluña y tiene un buen candidato, y los naranjas quieren mantener su giro estratégico
Esta posibilidad sería incompatible con que finalmente se concrete un pacto entre PP y Ciudadanos para las catalanas, pacto que cada día parece alejarse más pero que nadie da por totalmente descartado. El resultado de las elecciones vascas puede ser determinante en este sentido. El PP se siente fuerte en Cataluña y tiene un buen candidato, y los naranjas quieren mantener su giro estratégico. Todo indica que Valls no va a tener un protagonismo especial en estas elecciones sin perjuicio de que su formación acabe teniendo una presencia secundaria en la lista naranja.
Otra de las incógnitas, quién será el cabeza de lista socialista, ha quedado despejada. Salvador Illa se ha encargado de despejar las dudas; el candidato volverá a ser Miquel Iceta.
Y termino como he empezado. ¿Señor Torra las elecciones pa’ cuándo?