Después de la invasión rusa a Ucrania y el rechazo internacional que ésta ha cosechado, el separatismo ha tratado de ignorar las múltiples informaciones que han aparecido estos días que relatan los intentos del expresidente Carles Puigdemont por conseguir apoyo de Rusia para separarse de España. Así, se ha sabido que Puigdemont se reunió con emisarios rusos poco antes de su efímera Declaración Unilateral de Independencia. Del mismo modo, su mano derecha, Josep Lluís Alay, también viajo a Moscú para recabar apoyos. Tal y como informó ElLiberal.cat, en uno de los encuentros el Kremlin se prestó a financiar el procés y mandar 10.000 soldados Cataluña a cambio de impulsar una legislación en la comunidad favorable a las criptomonedas.
No obstante, no todos dentro del secesionismo han visto con malos ojos los polémicos contactos catalano-rusos. Es el caso del concejal de la CUP de Sant Sadurní de Anoia, Jordi Pujol Lizana, que ha afirmado que quien no esté dispuesto a aceptar la ayuda rusa «no es independentista». Se trata del autor de un tuit en el que se refirió como «quillos» a los catalanes castellanohablantes y les conminó a no «molestar en la Cataluña interior».
Por su parte, cabe recordar que el portal CDR antifeixista tiene este tuit fijado en su cuenta desde febrero: «Hace años que lo digo, la única esperanza para descolonizar Cataluña y detener el genocidio catalán es una alianza estratégica con Rusia. Si tuviéramos un gobierno serio ya estaríamos estableciendo posiciones claras de apoyo a Moscú para liberar y desñordizar Cataluña».