Tras la invasión rusa a Ucrania, ha sido frecuente que los gobernantes separatistas hayan cargado contra España asimilándola al imperialismo ruso y comparando este conflicto con el catalán. «Hay una agresión por parte de un Estado exterior que quiere imponerse», resumió sin ir más lejos el presidente de ERC, Oriol Junqueras, equiparando la agresión de Putin con otra equivalente de carácter español. Sin embargo, las noticias sobre los vínculos entre el separatismo —incluido el propio Junqueras— y el Kremlin en los días previos a la Declaración Unilateral de Independencia emitida por Puigdemont no han dejado de sucederse desde entonces.
Así, ha trascendido que en esos días el Govern de Carles Puigdemont se reunió varias veces con emisarios rusos que, de cara a financiar un república catalana, se ofrecían a pagar deuda pública a cambio de una legislación sobre criptomonedas. El caso es que, tal y como informó ElLiberal.cat, la entonces secretaria de coordinación interdepartamental de la Generalitat, Elsa Artadi, declaró ayer ante el juez que mantuvo un encuentro ordenado por Puigdemont con un empresario ruso y otra persona que hablaba catalán con acento eslavo. Artadi, no obstante, ha afirmado que todo fue «muy difuso» y que la cita no fructificó en ningún acuerdo.
No recuerda los 10.000 soldados
Asimismo, admitió que estuvo presente en una reunión días más tarde entre Puigdemont entre emisarios rusos en la residencia oficial de la Casa de Canonges de éste último. Pese a ello, sostuvo que no recordaba nada del contenido de la cita. Cabe recordar que aquel día, según otra persona presente en el encuentro, el exresponsable de relaciones internacionales de CDC Víctor Tarradellas, los rusos ofrecieron a la Generalitat la posibilidad de enviar 10.000 soldados a Cataluña para defender la causa secesionista.