Los partidos que han fraguado la nueva ley catalana que trata de esquivar la aplicación de la sentencia del 25% de castellano escolar —PSC, comunes y nacionalistas— repiten una y otra vez que su objetivo era concitar un «amplio consenso» en torno a la cuestión lingüística. Es más, durante las últimas décadas las fuerzas partidarias de la exclusión del castellano como lengua vehicular siempre han asegurado que dentro de la sociedad catalana también existía un consenso robusto en torno a la polémica inmersión. Pero, ¿es esto realmente así?
En primer lugar, son distintas voces las que han alertado de que no puede decirse que la nueva ley no cuenta con un «gran consenso» puesto que tres fuerzas del Parlament (Ciudadanos, PP y Vox) se oponen rotundamente a ella. Por otro lado, una nítida mayoría de catalanes está en contra del monolingüismo vehicular. Así lo ha recordado hoy la entidad constitucionalista Sociedad Civil Catalana, que ha compartido en redes sociales una encuesta elaborada por GAD3 que indica que el 85% de los ciudadanos de la comunidad quieren una escuela bilingüe o trilingüe. Así, según el sondeo, un 64% desearía una educación con castellano, catalán e inglés como lenguas vehiculares, mientras que un 21,1% querría un sistema que incluyese el castellano y el catalán en proporciones. Finalmente, solo un 9% está de acuerdo con el actual monolingüismo en catalán.
Por otra parte, la entidad criticó ayer en un comunicado el pacto antes citado sobre el catalán al tratarse de un «texto conscientemente confuso que puede ser utilizado por el gobierno nacionalista para mantener el castellano como lengua residual en la enseñanza de Cataluña». Y es que, a su juicio, considerar el castellano como idioma de «uso curricular» podría «relegarlo» a actividades no docentes como el patio. Por todo ello, consideró «más necesaria que nunca la ejecución inmediata del 25%».