La decisión del Tribunal Supremo de analizar los recursos presentados por el PP, Ciudadanos y Vox contra los recursos otorgados por el Gobierno central a los líderes independentistas del 1-O ha caído como un jarro de agua fría en el separatismo catalán. Buena parte de los afectados han optado por acusar al Estado de «mantener la represión» y casi dan por hecho que es muy probable que vuelvan a prisión.
El secretario general de ERC, Oriol Junqueras, que fue condenado a 13 años de prisión, ha afirmado en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter que mantendrá su objetivo de la independencia «por muchas veces» que le amenacen con volver a prisión. «La represión del estado español continúa», ha afirmado, «pero nosotros no pararemos hasta la victoria definitiva».
La ex presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que fue condenada a 11 años y medio de prisión por la intentona golpista de 2017, ha señalado, por su parte, que «nada parará» a los separatistas. «No nos rendiremos hasta conseguir nuestro objetivo: la libertad de Cataluña», ha publicado en la misma red social.
Los indultos «no eran el fin»
«Lo he dicho siempre», ha tuiteado el ex conseller Raül Romeva, condenado a 12 años de cárcel, «los indultos no eran el fin de nada. La represión del Estado español continúa pero nos reafirma». Romeva, además, ha acusado al Estado de intentar «atemorizar» al separatismo con la decisión del Tribunal Supremo.
Entre los separatistas fugados, la noticia también ha tenido repercusión. La decisión del Supremo se ha dado a conocer el mismo día en el que el Tribunal General de la UE ha decidido devolver a Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín su inmunidad como eurodiputados. Algo que ha llevado al líder de Junts a calificar de «lógica de venganza» el anuncio de la revisión de los indultos: «La represión es un monólogo que se alimenta de nuestra falta de unidad».