En la inacabable guerra que mantiene Junts contra ERC nunca llega el agua al río. Es decir, la posconvergencia tensa la cuerda pero no rompe con los republicanos la relación que le permite mantenerse en el Govern. Con la sentencia del TSJC que obliga a la Generalitat a introducir un mínimo de un 25% de castellano en los colegios catalanes, ha sucedido lo habitual, es decir, la tensión ha sido máxima pero Junts ha terminado por subirse al carro que lidera el republicano Pere Aragonés.
ERC ofreció a Junts la redacción de una nueva ley de política lingüística que introduzca el castellano pero sin concretar ningún porcentaje, que es lo que exige el TSJC en lo que a la enseñanza se refiere. Una oferta con la que buscaba recuperar el consenso con los de Puigdemont, que emplearon el rechazo de entidades como la Plataforma per la Llengua para no apoyar la reforma de la actual Ley de Política Lingüística pactada entre ERC, PSC y En Comú-Podem.
Salvar la bancada
Junts ha decidido este miércoles aceptar la oferta de los republicanos, según recoge El Nacional. Así, salva la imagen y, sobre todo, su permanencia en el Ejecutivo autonómico. Las negociaciones, dirigidas personalmente por el presidente Aragonés, van a buen ritmo y, además de este nuevo texto legal, ambos partidos mantienen que sea Educación el departamento que se encargue del decreto con el que el Govern pretende no hacer caso a la sentencia del TSJC y, a la vez, proteger a los equipos directivos de los centros escolares. Este decreto tiene que estar listo antes del próximo día 31, cuando acaba el plazo dado por el alto tribunal para la ejecución de la sentencia del 25%.
Este acuerdo entre ERC y Junts se ha negociado al margen del alcanzado por los republicanos con PSC y comunes. Los socialistas esperan, según ha señalado este miércoles la diputada Esther Niubó, que ERC mantenga el acuerdo, aunque ha admitido que no sabe qué sucederá finalmente. Niubó, en una entrevista en Ràdio Estel, ha asegurado que la cuestión de la lengua ha de ser «de consenso», ha pedido que no se «politice» e, incluso, ha invitado al PP a sumarse al acuerdo.