El nacionalismo catalán lleva décadas presentándose como víctima de una supuesta «opresión» española. Sin embargo, las cifras de violencia política acontecidas en Cataluña y registradas por las entidades Impulso Ciudadano y Movimiento contra la Intolerancia muestran una realidad muy distinta. Y, que según se recoge su cuarto Informe del Observatorio Cívico de la Violencia Política en Cataluña, la hispanofobia se ha convertido en uno de los elementos centrales del discurso del odio en la comunidad catalana. Así, en 2021 se registraron 109 incidentes con un componente hispanófobo, de un total de 351 (31,05%).
Por otra lado, del total de 351 episodios violentos, 312 fueron cometidos por ciudadanos o grupos separatistas, lo que representa un 88,89% del total. De hecho, solo en un caso el incidente fue achacable al ámbito ideológico contrario a la secesión. Asimismo, la mayoría de las víctimas de estos ataques han sido particulares y colectivos contrarios al secesionismo: un 74,35% de los casos. Por el contrario, solo un 9,97% de los agredidos han sido de ideas separatistas.
Los autores del informe alertan de que la violencia política en Cataluña, tal y como muestran los estudios anteriores, no solo sigue siendo «estructural», sino que es «crecientemente admitida por actores políticos relevantes y los propios poderes públicos». En este sentido, denuncian que la «ausencia de medidas» ha contribuido a que la «violencia se enquiste y pase a ser asumida como un elemento más de la vida política».