A raíz del caso Pegasus, el Gobierno de Pedro Sánchez ha destituido a la directora del CNI, Paz Esteban, para apaciguar el ánimo de sus socios separatistas. Sin embargo, mientras el llamado Catalangate ha ido desinflándose a medida que se conocían los detalles —las escuchas fueron autorizadas por los jueces y el informe del caso fue elaborado por un activista amigo de Puigdemont—, otro escándalo ha ido en aumento al revelarse nuevas informaciones. Esto es, los contactos entablados entre miembros del Gobierno ruso y de la Generalitat durante los días más agitados del procés.
Así, ayer se conocieron más detalles sobre las reuniones que mantuvo Carles Puigdemont con emisarios rusos el 24 y 26 de octubre de 2017, justo antes de la Declaración Unilateral de Independencia. Además del expresidente y Víctor Tarradellas —excargo de CDC que testificó ayer ante el juez y confirmo los encuentros—, en las reuniones también estuvieron presentes Sergey Motin —un ciudadano ruso ya fallecido, y Jordi Sardà, un empresario involucrado en una estafa a Gas Natural. En la segunda visita, participó Nikolai Sadovnikov, diplomático muy cercano a Putin. Además, según reveló Tarradellas en el juicio, también acudió la exdirigente de Junts Elsa Artadi, que dimitió recientemente como candidata a la alcaldía de Barcelona por motivos personales.
Videollamada entre Putin y Puigdemont
Como ya contó ElLiberal.cat, los emisarios rusos se ofrecieron a respaldar a una futura Cataluña separada de España financiándola con criptomonedas y enviando a 10.000 soldados rusos. Asimismo, ha trascendido que el Sadovnikov planteó la posibilidad que que, una vez materializada la secesión, Puigdemont y Putin mantuvieran una conversación por videollamada.
[…] Puigdemont –y, en concreto, la misma Artadi–, había tenido con agentes del presidente Vladimir Putin en el entorno de la declaración de independencia del 2017, y la supuesta oferta de 10.000 soldados […]