El brote de Covid-19 detectado en el matadero Avinyó (Bages, Barcelona) se originó en una fiesta de aniversario organizada en una cafetería de Manresa (Barcelona), el pasado 18 de junio. Diez trabajadores del matadero se sentaron en la misma mesa y regresaron al centro de trabajo poco después del cumpleaños. Todos ellos, junto con la propietaria del bar, resultaron contagiados de coronavirus.
El caso del matadero Avinyó no es el único, aunque sigue ocupando líneas en numerosos rotativos. En las últimas semanas han salido a la luz pública rebrotes de Covid-19 en mataderos y salas de despiece (en estas últimas es muy difícil mantener la distancia de seguridad entre empleados) de varias comunidades autónomas.
Alarma en la industria cárnica
La industria cárnica, que emplea a 26.000 personas en Cataluña, está en el punto de mira, dado que se ha convertido en el principal sector de transmisión del virus. Un estudio de la universidad londinense Imperial College of Science, Technology and Medicine arroja luz sobre los motivos que convierten a las salas de despiece de carne en focos de contagio del Covid-19. Los resultados preliminares de este estudio determinan que la falta de distancia física en el lugar de trabajo, las bajas temperaturas y la ventilación insuficiente propagan la enfermedad, multiplicando por 20 el riesgo de contagio.
Los resultados del estudio de la Imperial College of Science, Technology and Medicine determinan que la falta de distancia física en el lugar de trabajo, las bajas temperaturas y la ventilación insuficiente propagan la enfermedad, multiplicando por 20 el riesgo de contagio
“Desde hace meses, sabemos que el riesgo de contagio en el sector cárnico es mayor que en otras actividades industriales. Si partimos del estudio, el frío es uno de los factores clave que facilitan la transmisión del virus. A eso, le añadimos la falta de ventilación y la carencia de filtros en los conductos del aire. De esta manera, el virus se disemina con facilidad por estos conductos, infectando vestuarios, comedores y vehículos”, explica Alicia Buil, secretaria sector Alimentación, Bebidas y Tabaco de la UGT Fica.
Buil también explica que están trabajando en la elaboración de una guía protocolo de recomendaciones de emergencia sanitaria específica para la industria cárnica. Una guía en la que no intervienen las administraciones, pero que se intentará consensuar con las cinco principales patronales del sector (FECIC, ANICE, ANAFRIC-GREMSA, ANAGRASA y AGEMFEX) a nivel nacional. El consenso con las patronales es básico para garantizar el cumplimiento de estas recomendaciones, minimizando el número de empresas que «pasen» de aplicarlas.