Pese a la falta de consistencia que está aflorando en torno a las acusaciones de espionaje a políticos separatistas catalanes —el Gobierno ha explicado que todas ellas fueron realizadas por el CNI bajo autorización judicial y el informático que desveló el caso está siendo investigado por su implicación en el Tsunami Democràtic—, la estrategia de estos parece consistir en avivar el supuesto escándalo a través de comparaciones maximalistas. Por una parte, el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, ha comparado en una entrevista en el Washington Post el bautizado por los separatistas como Catalangate con el Watergate: «Es un caso similar». Así, en la entrevista, Puigneró asegura que en ambos casos se trata de «minar la libertad de prensa, de expresión y la ley de privacidad».
Por su parte, el expresidente de la Generalitat y fugado de la Justicia Carles Puigdemont, ha ido incluso más allá estableciendo una comparación entre las escuchas citadas y los «crímenes del Gal». «A algunos se les está poniendo la misma cara que se les ponía cuando se les preguntaba por los GAL», ha asegurado hoy en su cuenta de Twitter. «El interés de Estado justifica la mentira, la violación de derechos, el crimen. Solo podríamos hablar de retroceso si antes hubiese algún avance. Pero no: no se movieron de allí donde siempre han estado».
En la misma línea se ha pronunciado el abogado de Puigdemont, el controvertido Gonzalo Boye, que entrevistado por el fundador de Podemos Juan Carlos Monedero se ha referido al caso Pegasus como a un «Gal digital». «Hemos pasado de ejecuciones extrajudiciales a un espionaje extrajudicial», manifestó ayer en la conversación con Monedero.
EL COMITE (BIEN PAGADO) DE MAJADERIAS PARA ANIMAR AL SEPARATISMO ,AHORA ESTA CON LOS ESPIAS COMO SI LOS SERVICIOS SECRETOS DE LAS NACIONES SE OCUPASEN DE HACER PASTELES EN VEZ DE ESPIAR A SUS ENEMIGOS. LA GENERALITAT DE CAT. SE DEDICA A ESPIAR A LOS NIÑOS EN EL PATIO Y MULTAR A LOS COMERCIANTES POR USAR EL IDIOMA OFICIAL..