En la última semana, los partidos y medios separatistas están clamando contra la Unión Europea por la reunión que ésta mantuvo con la entidad constitucionalista Sociedad Civil Catalana el diciembre pasado. Y es que, según han argumentado los eurodiputados de Junts per Catalunya en una pregunta europarlamentaria, el código de conducta interno señala que las reuniones deben mantenerse con organizaciones que se encuentren registradas —y SCC se registró un mes después del encuentro. Sin embargo, el eurocomisario de Justicia, Didian Reynders, defendió ayer sin ambages la cita con SCC: el encuentro era «lógico» porque existía «una petición desde el Parlamento Europeo».
Así, Reynders ha aclarado que recibió «la petición de un eurodiputado que vino acompañado de otras personas». Asimismo, la CE ha recordado en su respuesta que aplican «altos estándares de transparencia en los contactos con representantes de interés».
El encuentro tuvo lugar con total normalidad a principios de diciembre de 2021, y a él acudieron el entonces presidente de la entidad constitucionalista, Fernando Sánchez Costa y el eurodiputado de Ciudadanos Ramón Bauzá. En él, se planteó entre otros asuntos que la UE forzase la obligación de cumplir la sentencia del 25% de castellano en las escuelas catalanas. Tras producirse la cita, los eurodiputados de Junts (Puigdemont, Ponsatí y Comín) enviaron una queja denunciando los supuestos lazos de SCC con la extrema derecha. «Nuestra puerta siempre está abierta y es importante para la CE relacionarse con la sociedad civil y escuchar diferentes puntos de vista», fue la respuesta de la portavoz de Justicia, Christian Wigand, ante el enfado de los nacionalistas catalanes.
SCC fue premiada por la UE en 2014
El caso es que el prestigio del que goza Sociedad Civil Catalana en Europa indigna al separatismo —cabe recordar que en 2014 la Eurocámara galardonó a la entidad con el premio Ciudadano Europeo. Mientras, el diciembre pasado la Assemblea Nacional Catalana pidió reunirse con Reynders por las mismas fechas que SCC y su petición fue rechazada. Esta diferencia de trato fue reprochado ayer en Bruselas por al consellera de Acció Exterior de la Generalitat, Victoria Alsina, que recordó que la UE no se ha reunido con el Govern en siete años pero sí con el líder del PSC Salvador Illa o con SCC.