En Cataluña, los partidos constitucionalistas son asediados en mucha mayor medida que los separatistas. Así lo certificó el año pasado un informe elaborado por Impulso Ciudadano, que revelaba que el 92% de la violencia política en Cataluña era ejercida por el separatismo contra el constitucionalismo. En aquel estudio, denunciaban además que esta «violencia estructural» es alentada por las instituciones nacionalistas. Esta realidad ha vuelto a hacerse visible hoy. Y es que, en pocas horas, dos dirigentes del Partido Popular catalán y del PSC han sido victimas de amenazas de muerte y mensajes de odio, tal y como ha recogido Sociedad Civil Catalana en su perfil de Twitter.
Por una parte, el presidente provincial del PP de Barcelona, Manu Reyes, que fue alcalde de Castelldefels entre 2011 y 2015 ha visto como un panel con su rostro ha sido vandalizado con la amenaza: «Hijos de puta, os mataremos». Reyes ha respondido de esta manera a esta pintada intimidatoria: «Por mucho que nos amenacen de muerte no nos van a callar. Seguiremos trabajando con más ganas si cabe por el cambio».
Por su lado, la alcaldesa socialista de Sabadell, Marta Farrés, también ha sido víctima de mensajes de odio. En este caso, la pintada ha aparecido en la persiana de la sede del PSC en Terrassa. «Puta Marta Ferrés», ha sido el mensaje. Éste ha sido calificado por la alcaldesa como una «muestra de machismo, odio, incivismo e ignorancia porque no saben ni escribir bien [los radicales han escrito Ferrés en lugar de Farrés]». Y ha añadido: «Nada de esto parará nuestras ganas de seguir trabajando».
Ante estas amenazas, Sociedad Civil Catalana ha reaccionado con ironía: «Continúa la normalidad en Cataluña». Seguidamente, ha manifestado: «Nuestra solidaridad con ambos y nuestra condena de tanto odio estéril».