Es conocido que los partidos separatistas, pese a que gobiernen al alimón, suelen atacarse entre sí con particular virulencia. Sin embargo, no estábamos tan acostumbrados a que estas refriegas tuvieran lugar también entre cabeceras de la prensa secesionista. Y es que dichas batallas parecen haberse trasladado también al ámbito periodístico, como lo prueban los ataques cruzados entre los responsables del diario Ara y El Punt-Avui. Así, el director de El Punt-Avui ha publicado un duro editorial titulado Es el Ara y miente. después de este último hablase en términos peyorativos de las ventas del primero.
El texto del director de El Punt Avui, Joan Vall Clara, es una respuesta a las afirmaciones sobre su diario vertidas por el subdirector y delegado de Ara a Madrid, David Miró, publicada el 1 de abril en Comunicació 21. En ellas, Miró se jactaba de que Ara no considera que compita con El Punt Avui sino con La Vanguardia —pese a que, desde su aparición en 2010, nunca ha logrado superar en ventas al diario de Vall Clara. Ahora, Vall clara responde con contundencia: «No es cierto que tengamos el 70% de la difusión en Gerona. ¡No mintáis!». Y explica: «Desde la precampaña por la salida en el 2010, he aguantado estoicamente excelentes profesionales del diario Ara subidos de tono en su relación y consideración con el resto de la prensa».
‘El Punt-Avui’ aclara que tiene beneficios
«Desde el discurso inicial», prosigue Vall Clara, «de los cien mil ejemplares que ellos serían capaces de vender en catalán, al contrario que todos los que ya hacía treinta años que batallábamos, y del que se desprendía lo inútiles que habíamos sido, hasta las mentiras de niño malcriado y celos mal digeridos con los que han sembrado el camino». Acto seguido, aclara que no es verdad que ninguna cabecera separatista gane dinero: «Nosotros hemos ganado en 2019, 2020, en 2021 y ganaremos en 2022 (que lo mire en el Registro Mercantil)». Por último, recuerda que Ara no se atrevió a publicar la publicidad del referéndum del 1-O, lamentado que «tres años después la Generalitat les castigaba con un aumento del 5% de la facturación de publicidad y a nosotros nos premiaba con un recorte del 70%».