Recientemente llegaba al Pleno del Congreso la reforma legal prometida a las víctimas del siniestro de Germanwings para que las becas de estudio destinadas a sus huérfanos quedaran exentas de tributación. Hace ya siete años de aquella tragedia en la que un copiloto desquiciado decidió suicidarse y llevarse por delante la vida de 149 personas. Demasiado tiempo transcurrido para algo tan sencillo como modificar la ley del IRPF y que esas exenciones puedan aplicarse. Lo sorprendente, al menos para quien escribe estas líneas, es que este asunto llegara ahora solo porque el Gobierno considera que ya toca. Y veremos si es así, porque el PP de Rajoy ya lo prometió hace cuatro años.
Jugar con el calendario y con los ciudadanos con el único objetivo de cumplir tus intereses partidistas. A esto lo bauticé en un primer momento como «ingeniería parlamentaria». Pero en realidad se trata de un inadmisible trilerismo político al que el bipartidismo nos tiene acostumbrados. Les explico por qué.
Desde 24 de marzo de 2015 -fecha del siniestro- hasta el 29 de mayo de 2018, los afectados huérfanos que perdieron al menos a uno de sus progenitores en ese vuelo, venían reclamando que se incluyera como supuesto exento de tributar por IRPF, el dinero recibido en concepto de beca de estudios a través del fondo a tal fin dispuesto por Lufthansa. Una medida lógica y, cuanto menos, adecuada a las circunstancias concretas del caso. ¿Lo solucionó el Gobierno del PP entonces? No.
A principios de 2017 el Tribunal Constitucional había fallado la inconstitucionalidad del impuesto municipal conocido como plusvalía. El Gobierno del PP preparó un texto legal para asegurar una nueva regulación del mismo acorde a ese pronunciamiento, pero sin tener en cuenta el reintegro de cantidades ya abonadas por tal concepto por los ciudadanos antes de la fecha de la sentencia. En una palabra: inconstitucional sí, pero menos. Sin derecho a reembolso total.
La propuesta para evitar el trámite de los informes preceptivos, entre ellos del Consejo de Estado, fue articulada no como un proyecto de ley del Gobierno, sino como una proposición de ley del Grupo Popular, lo cual permite saltarse esos informes preceptivos. ¿Y qué tiene esto que ver con la reivindicación de los huérfanos de Germanwings? Pues que en esa propuesta para reformar la Ley de Haciendas Locales y el impuesto de plusvalía se introdujo de tapadillo el tema de la modificación de la ley del IRPF, apenas un parrafito, para cumplir con lo que el PP había prometido a los afectados por el siniestro aéreo tiempo atrás.
Esta es la ingeniería financiera a la que nos ha sometido en España quien ha gobernado: si quieres que salga adelante aquello sobre lo que no hay discusión, tendrás que votar también que sí, a modo de chantaje, lo que no te gusta
La cuestión es por qué meter las modificaciones en el mismo texto que se tiene que votar como un todo. Por un lado, la de la plusvalía municipal, y por otro, la de la exención en IRPF por becas de los huérfanos del siniestro de Germanwings. Esta es la ingeniería financiera a la que nos ha sometido en España quien ha gobernado, PP y PSOE, indistintamente, aunque ahora ya PSOE más Podemos, sin ningún tipo de rubor: si quieres que salga adelante aquello sobre lo que no hay discusión, tendrás que votar también que sí, a modo de chantaje, lo que no te gusta.
Esta es la misma técnica, o análoga, pero igualmente con cierto tufillo a fraude, llevada a cabo ahora por el Gobierno del PSOE y Podemos cuando, por ejemplo, se dicta un Real Decreto Ley que actualiza las pensiones y al mismo tiempo se cuela en el mismo una disposición para que sea obligatorio el uso de mascarillas en exteriores.
El Gobierno nos dirá que es urgente y necesario regular determinadas cuestiones, curiosamente las más discutibles, aunque sea introduciéndolas con calzador en disposiciones finales de decretos cuyo contenido principal no es realmente objeto de debate. Pero el motivo es justo ese y no otro: la ingeniería parlamentaria. O, más bien, el trilerismo político del que el Gobierno, de unos y de otros, siempre ha hecho gala.
Porque mire, querido ciudadano: si se quiere de verdad regular algo que no tiene debate alguno, como el tema de la exención del IRPF de las becas de los huérfanos del siniestro del vuelo de Germanwings, ha habido desde marzo de 2015 siete largos años para sacar adelante una proposición de ley por trámite de urgencia y hasta un real decreto ley ad hoc si se hubiera querido. Porque la urgente necesidad de esa regulación viene dada cada año, uno tras otro, cuando anualmente se devenga la obligación de tributar por esas becas en tanto no se modifique la ley… Hablando en plata: que si se quiere, se puede.
Esto podría estar resuelto si PP y PSOE no hubieran jugado a ser unos más trileros que otros desde 2015. Bastaba con cumplir cabalmente, sin trucos, lo que se promete a los ciudadanos
Les aclaro una última cosa: en mayo de 2018, desde Ciudadanos votamos no a la tramitación de aquella proposición de ley del PP para modificar la plusvalía municipal que de paso, solo de paso, y tanto que el tema solo se menciona de ocasionalmente tres veces en un debate de casi una hora con ocho portavoces, contenía este añadido de modificación de la ley del IRPF. Y lo hicimos así para denunciar este tipo de chantajes que incrustan cuestiones sin discusión en otras de debate necesario. Ahora hemos votado por supuesto que ‘sí’ a declarar exentas de tributación de IRPF estas becas, como lo habríamos hecho sin chantajes con otros temas por cuya solución no estábamos dispuestos a pasar, como la modificación de la plusvalía municipal. Pero no olviden una cosa: esto podría estar resuelto si PP y PSOE no hubieran jugado a ser unos más trileros que otros desde 2015. Bastaba con cumplir cabalmente, sin trucos, lo que se promete a los ciudadanos. Pero esa es otra forma de hacer política que ellos, al parecer, desconocen.