Una excuidadora de una residencia de ancianos de Terrassa (Barcelona) ha pactado la pena de un año y medio de cárcel por vejar a una anciana discapacitada el pasado 13 de agosto de 2020 y difundir la grabación en Instagram, que se convirtió en viral. La mujer acepta su condena por un delito contra la integridad moral y otro de descubrimiento de secretos.
La acusada ejercía como auxiliar de enfermería en la residencia Mossèn Homs de Terrassa y con la colaboración de otra extrabajadora, menor de edad, humilló a la mujer, de 91 años y que sufre un deterioro cognitivo y dependencia severa. «Va, abre la puta boca ya, hombre, vieja cascarrabias», decía en el vídeo, mientras trataba de suministrarle la medicación.
«Va, abre la puta boca ya, hombre, vieja cascarrabias»
La autora de la grabación se libra de medidas penales por ser menor de edad en el momento de los hechos
Su compañera, que grabó los hechos con su móvil y posteriormente difundió el vídeo, fue derivada a un proceso de mediación en la jurisdicción de menores, ya que en el momento de los hechos no tenía la mayoría de edad. Por ese motivo, en su caso no se ha impuesto ninguna medida penal.
El vídeo, publicado en plena pandemia, provocó una gran indignación en las redes sociales, lo que motivó que la Fiscalía Superior de Cataluña abriese una investigación penal a las cuidadoras. A raíz de la publicación ambas renunciaron a su puesto de trabajo, por lo que no fue necesario despedirlas.