El procés ha afectado severamente a la economía catalana. Así lo atestiguan expertos como el colaborador de ElLiberal.cat Ferran Brunet que, en su obra Economía del separatismo catalán, ha cifrado en un 4,6% del Producto Interior Bruto el coste que ha supuesto para Cataluña una década de desafío separatista. Pese a ello, el nacionalismo gobernante sigue negando este escenario, como hizo en noviembre el conseller de Economía, Jaume Giró, que reivindicó la «solidez» de la economía catalana, o el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, que este mismo mes aseguró que las cuentas catalanas «van como un tiro».
Sin embargo, una y otra vez, los tozudos datos desmienten sus palabras. Por ejemplo, según la última actualización de datos del Ministerio de Industria, comercio y Turismo, la inversión extranjera en Cataluña se ha hundido mientras que en Madrid se ha disparado. Así, la comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso registró en 2021 21.000 millones, lo que equivale a tres de cada cuatro euros en España. Frente a estas arrolladoras cifras, el hundimiento de Cataluña es más patente, pues solo captó 3.000 millones de inversión foránea, retrocediendo incluso un 4,8% con respecto al año anterior.
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