A algunos ha llamado la atención que la reacción dentro del PSC al plante del expresident Quim Torra al juez la haya protagonizado el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta y no el líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa. Así, el primero, que llevaba un tiempo alejado de la luz pública, ha advertido en una entrevista en TVE que la decisión de Torra de no acudir a la justicia —se le juzga por segunda vez por no haber retirado simbología separatista durante la campaña electoral de 2019— tendrá «consecuencias».
«Y es que después se quejará y es absurdo. Si uno se pone en el terreno de la desobediencia, sabe que esto tiene una sanción penal», ha declarado Iceta. «En el Estado de derecho todos estamos sometidos a la ley, a las decisiones de los tribunales y, por tanto, yo creo que es un error más, pero seguramente coherente con una trayectoria política», ha sostenido.
Unos comicios que se presentan muy abiertos
La reaparición de Iceta en este asunto ha sido interpretada por algunos analistas como un indicio de su posible regreso a Cataluña para encabezar la lista del PSC al Ayuntamiento de Barcelona en los comicios de 2023. Collboni no acaba de arrancar y se considera demasiado ligado a la gestión de Colau. A finales del año pasado, cuando se especuló con esta posibilidad, Iceta afirmó «estar ya mayor para estas cosas», pero no cerró la puerta. Unos comicios municipales a los que todos los partidos otorgan una gran trascendencia dado que la alcaldesa Ada Colau presenta síntomas de debilidad y que se presentan como primarias para la Generalitat en unas autonómicas que también se consideran como de final de ciclo tras más de diez años de frustrante ‘ procès ‘. Por ello no es extraño que se postulen nombres de tanto peso como el exconseller Santi Vila o el expresidente del Barça Sandro Rosell para sustituir a Ada Colau al frente de la Ciudad Condal.