Este viernes el jurado popular ha declarado culpable al hombre que dejó morir a su mujer mientras la grababa agonizando por un ataque de hiperglucemia en Viladecans. Se le acusa de un delito de asesinato con ensañamiento a persona vulnerable, un delito contra la intimidad y cuatro de malos tratos, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Poco a poco tomó el control de la víctima
Los hechos ocurrieron en 2019 aunque el juicio empezó el 28 de febrero de 2022 con la constitución del jurado popular y la explicación por parte del fiscal. Este señala que el acusado comenzó una relación sentimental con la víctima sin convivencia en febrero de 2019. Según el fiscal, a medida que pasaba el tiempo, presuntamente empezó a controlar lo que hacía, a mostrarse celoso y posesivo hasta el punto de alejarla de su familia y amigos.
En abril, el acusado «con la finalidad de afirmar su pretendida superioridad, le agredió en la zona de las costillas», además de otras agresiones e insultos. Así, fue generando en la víctima un creciente sentimiento de inferioridad. Esta dejó de trabajar y se recluyó en su domicilio derrumbándose «física y psicológicamente».
El acusado se ha sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona este 1 de marzo donde ha intentado defenderse asegurando que no pidió ayuda médica porque la mujer así se lo pidió. También que la grabó para que ella viera «lo mal que estaba» una vez que se hubiese recuperado.
El acusado asegura que no pidió ayuda médica porque la mujer así se lo pidió. También que la grabó para que ella viera «lo mal que estaba» una vez que se hubiese recuperado.
La víctima sufría diabetes tipo 1 y pidió ayuda al acusado, que fue a su casa, donde durante cinco horas observó de forma impasible la agonía de la mujer, que acabó falleciendo por un fallo multiorgánico provocado por un coma diabético.
Durante cinco horas observó de forma impasible la agonía de la mujer, que acabó falleciendo por un fallo multiorgánico provocado por un coma diabético.
Por ahora, el fiscal ha pedido prisión permanente revisable para el acusado, y será el juez quien dicte la sentencia definitiva del caso.